Nuestra Señora de los Remedios
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Antequera

Por su situación geográfica, Antequera es el corazón de Andalucía. Esta afirmación se verifica cuando se visualiza un mapa de la región andaluza. Es un cruce de caminos que bien pueden terminar en Sevilla, Córdoba o Granada.

Pero una ciudad no vive de casualidades geográficas, la historia se ha encargado de dejar en nuestra ciudad su rastro, lo que la convierte en uno de los puntos más interesantes para los visitantes.

Comenzando por sus dólmenes, de Menga, Viera y el Romeral, considerados el conjunto dolménico mejor conservado del país. El rastro sigue por la civilización romana. Los restos de Singilia Barba como ciudad o el Efebo, muestra del arte latino, que se ha convertido en símbolo de la ciudad, demuestran el importante asentamiento que hubo en la villa.

Ya en la edad media, la ciudad se convirtió, tras su reconquista por parte del reino de Castilla en 1410, en importante feudo para la lucha contra el reino de Granada, por su cercanía al mismo. Vinieron años de prosperidad, lo que demuestra la gran cantidad de edificios religiosos que se construyeron a partir de aquella época.

En el siglo XIX se vuelve a demostrar la importancia del municipio a nivel andaluz, aprobándose en el año 1883 y la Constitución Federal para Andalucía, que fue conocida desde entonces cono Constitución de Antequera.

Más recientemente, el 4 de diciembre de 1978 el «Pacto Autonónomico de Antequera«, donde se recogían los compromisos para crear la autonomía andaluza, fue firmado en nuestra ciudad.

En 2016 el Sitio de los Dólmenes fue declarado Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Los dólmenes de Menga y Viera, el tholos de El Romeral, la Peña de los Enamorados y la Sierra del Torcal han obtenido el máximo reconocimiento de la UNESCO y se convierten en el el primer conjunto megalítico de la Europa continental que se declara Patrimonio Mundial.